jueves, 23 de abril de 2015

[relato] Sola

Cincuenta veces he olvidado y cincuenta y uno he recordado. La maraña de recuerdos se hila continuamente en mi caja de pensamiento. Comienzo a olvidarle y, sin pretenderlo, su recuerdo vuelve fuerte y denso como la oscuridad de un pozo que lucha por sobrevivir.
Eran los años 30 y el astro rey nos vapuleaba con fiereza. En el puerto todo olía a ponzoña podrida y mi nariz se resentia. El aire era inexistente como el amor de mi corazón desde tiempos inmemoriales y, cuando estaba a punto de tirarme con la piedra al mar, lo conocí. Fue amable y locuaz conmigo, las ideas desaparecieron y comenzamos a vivir, temporalmente. Se volvió a ir y me quedé en la misma posición que estaba.
El mar estaba embravecido, se encontraba en sinfonía conmigo. Desenmarañé mis pensamientos y lancé la piedra. La caída fue eterna, como la soledad de mi corazón.

lunes, 15 de diciembre de 2014

[sueño] Cubo

Estaba en un hostal vete tu a saber donde. Estábamos alquilados mi madre y yo. Después aparecía mi primo y una amiga suya. Mi primo quería hacer muchas cosas y su amiga intentaba entrar en casa. Yo no la dejaba y se iba enfadada pero luego aparecían muchas personas dentro de casa y las echaba. Salí del edificio y baje una cuesta haciendo el cabra y veía a mi hermano paseando a mi perro bajando la cuesta a toda velocidad. Luego aparecía en mi mano una especie de tarjeta blanca brillante y al dar un salto la lanzaba a un cuadrado blanco. Todo se transformaba en un cubo multicolor donde comenzaba a saltar y al final me caí en un cuadrado del cubo que era azul.

domingo, 7 de diciembre de 2014

[poesía] (mi primer intento de poesía) Día a día

Me levanto ahogado por ti.
Día tras día, te sufro,
día tras día, te tiemblo.
La muerte me ronda,
transformada en dolor
y mi corazón se minimiza,
sin sangre.

La vista recibe la mierda del mundo,
se cansa, se ciega.
Mi piel se transforma en nervio.
La muerte me llama
y yo acudo raudo a su encuentro,
donde el dolor se transforma en gozo,
y bailo, y muero.

sábado, 6 de diciembre de 2014

[paranoias] Manipulación espiritual estructurada

Este texto va de lo que yo creo que existe en el mundo aunque no nos demos cuenta, una manipulación espiritual estructurada. ¿Qué quiero decir? Quiero decir que cuando un pensamiento es generado este se va propagando por el resto de los seres humanos hasta que llega a la "masa crítica" y todos creen en ello a pies juntillas. Cuando ese pensamiento ya está asentado los ojos del que mira lo ven y lo trasmiten aunque la voluntad de la persona no sea esa, ya que el que actúa es el espíritu. Pondré un ejemplo: alguien cree que eres homosexual y para esa persona, a sus ojos, tu estarás mirando a los hombres o mujeres de forma impropia. Esa persona está tan convencida que lo comenta con otra persona y mediante un pensamiento conjunto esa cuestión comienza a afectarte. Tus ojos empiezan a responder a sus deseos pero dos personas no son suficientes. A base de contactar con otras personas el pensamiento se va transmitiendo y ya no serán dos los que te observan, serán cinco, y después diez, así hasta llegar a cien alcanzando así la masa crítica. En ese momento tu cuerpo cambia, tu cerebro y corazón han cambiado y si antes no te atraían los hombres o mujeres (siendo un hombre o una mujer respectivamente) a partir de ese momento comenzarás a fijar tu vista en ellos, quieras o no. Tu notas que no es lo que te va, que es algo que no consideras tuyo pero por mucho que te duela es lo que los demás han creado, manipulando tu espíritu para ver cumplidos sus deseos de verte como ellos suponen que eres.
Quizá no ha sido muy buen ejemplo porque, lógicamente, no tengo nada en contra de la homosexualidad. Aun sí creo que es algo que la sociedad puede crear en algunos sujetos que estén inseguros de si mismos. Hasta aquí todo va bien, el problema es cuando la sociedad comienza a crear monstruos: asesinos, violadores, pederastas... Y ¿Quién es la que comienza la cadena espiritual de manipulación? Sí, la televisión. Nos hablan de los males del mundo como si fuese algo que por cojones tiene que haber y en nuestra mente comienza a surgir el miedo a encontrarnos a uno por la calle. El miedo se generaliza, comenzamos a ver monstruos por todas partes, comenzamos a juzgar sin conocer nada de las personas a las que estamos mirando.
Este es un problema que está infectando a la sociedad humana, se que no es sólo un problema personal porque lo veo todos los días en la calle. Muchos no compartirán mi paranoia y lo respeto pero me gustaría que dejarán su opinión sobre esta mierda en comentarios, gracias.

[relato] Escalofrío

Cuando desperté no pude evitarlo, sentía una gran necesidad, necesidad de comer galletas. Sin desperezarme fui corriendo a la cocina y me comí un bote lleno de ellas. El alivio fue instantáneo, mi cerebro volvía a latir con normalidad, igual que el corazón. Ya despierto cogí mi skate y salí a pasear con Golfo, mi perro. Él también estaba ansioso, pero no sabía cual era su adicción. A la mitad del camino comenzó a ladrar al aire. Algo veía que yo no podía ver. Siguió ladrando hasta desgañitarse. Un escalofrío recorrio mi espalda cuando cesó y mi cuerpo comenzó a moverse solo. Era consciente de lo que hacía pero lo que hacía no obedecía a mis deseos ni a mi actitud habitual. Comencé a sudar, cogí un palo con forma de látigo y corrí, arrastrando a Golfo conmigo. Una persona venia en dirección contraria y temí lo peor. Cuando estaba a un metro de mi comencé a fustigarla con furia desmedida. Comenzó a sangrar, yo lloraba y no me detenía. Al cabo de un rato de duros latigazos dejo de gritar y moverse. La había matado. De nuevo el escalofrío recorrió mi espalda y mi voluntad regresó. Sin dudarlo me tiré por el acantilado y Golfo se quedó triste y solo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

[relato] Vuelo

Despuntaba el sol. Mamá había ido a buscar comida para mis hermanos y para mi. Todas las mañanas era lo mismo, y entonces, llegaba el recuerdo. Papá había muerto hacia unos días, un gran águila se lo había llevado en sus garras para alimentar a sus polluelos, seguramente. Yo no conseguía olvidarme de él, sus arrullos, sus lecciones... Nos quedaba muy poco para aprender a volar.
Mamá volvió a mediodía con cuatro gusanos en el pico. Los devoramos enseguida y comenzamos a prácticar el vuelo. Mamá no era tan buena maestra como papá pero íbamos avanzando poco a poco. Un salto, dos, al tercero mis alas comenzaron a responder a mis deseos, conseguí volar. La emoción me enbargaba pero algo oscuro crecía en mi cerebro.
Después de unos días de vuelo cerca del nido todos habíamos aprendido a volar. Mamá ya no nos buscaba comida y nos pasábamos el día buscando nuestra comida preferida, gusanos. Hacia la salida del bosque encontré tres, me los comí, entonces lo vi. Un gran río gris de piedra se extendía hasta perderse de vista. Lo inspeccioné y vi que extraños animales lo cruzaban a toda velocidad y esa parte oscura de mi cerebro se activó. Me lancé en picado contra el más grande que vi y, fiuuum, casi me come. Esquivé por poco su gran ojo. Mi corazón latía con fuerza inusitada. Todo mi cuerpo latía a gran velocidad y lo volví a intentar. Fiuuum, fiuuum, fiuuum. Siempre los esquivaba por poco y cada vez me gustaba más.

Después de veintisiete intentos el gorrión fue atropellado, dejando su corazón esparcido por la carretera, latiendo.

sábado, 29 de noviembre de 2014

[opinión] Recuerdos

Los recuerdos pueden ser dolorosos. Llegan en tromba y se alojan en lo más profundo de tu cerebro. Una vez asociados comienzan a afectar al corazón. Uno intenta pasar de ellos y, a expensas de tu voluntad, cobran fuerza. Se puede intentar buscar recuerdos felices para sustituirlos y, aún así, los infelices o traumaticos siguen en su habitación. Cuanto más creces más recuerdas, cuanto más recuerdas más te quieres morir. Piensas si habrá algún modo de disculparse con las personas a las que has hecho daño (quizá) y piensas si ellos recordarán la misma mierda que tu, en consecuencia todo queda igual y tu cerebro y corazón siguen sufriendo. La lucha sigue en tu mente, si dejas que te convezcan te conviertes en un demonio sin sentimientos. La infancia es terrible, la adolescencia es terrible, con cimientos de despojos es difícil que el edificio se sostenga. Y entonces el corazón se cabrea, late con fuerza y te hace despertar. Eres bueno de naturaleza y empiezas a restar importancia a tus pensamientos. Se acaban las preguntas, el corazón quiere que vivas, el cerebro quiere que mueras. ¿Quién ganará?